
Ayer me reafirmé como super hombre: creo que el solo hecho de plantarme con camisa y pantalón en medio de un grupo de alemanes/as con camisa y pantalón y escuchar una formación en alemán de un hombre con camisa y pantalón me convierte en un triunfador de camisa y pantalón.
Al llegar me senté entre dos señores y pensé "
¡mierda! ¡ya me ha tocado al lado de los jefes!". Cuando vi que también venían a buscar trabajo me relajé. A uno de ellos le bauticé como "
el ventilador" porque no paró de hacer un sonido de fondo todo el rato. El típico marisabidillo que, con aire de suficiencia, siempre tiene algo que añadir y que tiene un matiz a cada frase que piensa que es interesante para el resto. Lo mejor de todo (de verdad, esto me hace descojonarme) es que cuando no tenía nada que añadir decía "genau" (exacto), como para decirle al profesor
"muy bien chaval, lo haces muy bien". Consiguió crisparme y sin hablar su idioma...eso es de un mérito notorio.
El segundo golpe fue cuando me tocó rellenar una solicitud y no sabía lo que eran más de la mitad de las cosas... me sacabas de calle, nombre, teléfono y móvil y el resto consistía en una combinación de letras al azar. Copiaba a los de al lado como si estuviese en un
examen-super-difícil-de-la-EGB...y cuando no quedó más remedio recurrí al diccionario, pero lo dejé para el último momento, porque eso no hablaba muy a mi favor.
Mi cara de erasmus-lelo la cambié por la de chico-serio con un leve movimiento afirmativo de cabeza de vez en cuando (haciéndolos coincidir, a ser posible, con el "genau" de "el ventilador"). Y por suerte las dos preguntas que me hicieron supe responderlas, así que transmití la imagen de "
chico-formal-de-camisa-y-pantalón,-extranjero-y-calladito". Perfecto.
Firmé un contrato que no entendí, pero que la gente que si que entendía firmaba así que di por supuesto que si mi entendimiento lo hubiese entendido también lo habría firmado.
Conclusión: creo que tengo trabajo.