lunes, 9 de enero de 2012

Actualizado!




Se acabaron los vacaciones de Navidad y tengo que retomar esto. Me lo ha dicho muy seriamente hoy Mumble en cuanto he atravesado el umbral de la puerta. He abierto mi habitación al llegar a la residencia después de más de dos semanas fuera y he encontrado a mi pequeño pingüino de brazos cruzados con su delantal puesto (estaba haciendo las tareas domésticas...no dejéis de confiar vuestros hogares a un peluche cuando estéis fuera, no os arrepentiréis). Se ha sentido terriblemente abandonado. Lo siento Mumble, no volverá a pasar.

1 comentario:

  1. ¿y para qué quiere un pigüino una bufanda? No le acabo de ver el sentido...

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