Desde que he vuelto a Frankfurt después de Navidad la gente me ha dicho varias veces que tengo cara de cansado. Empiezo a atribuir un culpable claro a todo esto: mi inestabilidad idiomática. He estado pensando seriamente en todo esto y definitivamente se debe a la sobre utilización de recursos limitados, es decir, mi inteligencia. Cuando alguien me toca el hombro por detrás para saludarme, en mi cabeza ocurre lo siguiente:
- Se hace un vacío sanitario, un blanco perlado, no hay nada.
- De pronto se llena a la vez de saludos y frases banales en 4 idiomas por este orden: español, francés, alemán, inglés.
- Me giro y veo el rostro de "mi tocador de hombro"
- Pienso ¿en qué coño hablaba con este?
- Sonrío (ya sabéis, en Alemania soy la persona mas simpática del planeta)
- Suelto la frase pertinente.
Me dan ganas de contestar "¡No te jode!", pero no me sale igual de bien en los cuatro idiomas...
Prueba con "Nein te joden!" a ver si lo pillan ;)
ResponderEliminarBesitos